Este sábado nos hermanamos con el motoclub CEDILLO, algo que teníamos en mente desde hacía algún tiempo.
Las predicciones meteorológicas no eran todo lo buenas que cabía esperar para llevar a buen puerto este hermanamiento, pero las ganas y la ilusión por hacerlo realidad pudieron con la lluvia, el viento y con cualquier otra cosa que se hubiera puesto por medio.
Los hermanos de Cedillo eran los encargados de organizar el evento, tanto ruta, visitas, comida y copas. ¡Qué marrón les habíamos endosado!
Unas cuantas horas de teléfono fueron suficientes para que a los Motocabras nos quedara claro donde y cuando nos debíamos presentar en Cedillo del Condado, lo que no sabíamos era lo que nos esperaba.
Quedamos a las 9 en una gasolinera, en el cruce de la Avda. de Córdoba y M40, éramos dos motos y dos coches, después de llenar los depósitos salimos con dirección a Cedillo en compañía de la lluvia que fue a más, según nos acercábamos a nuestro destino.
Llegamos a Cedillo sobre las 9:45, donde nos esperaban cobijados bajo una carpa por culpa del aguacero, mientras esperamos a que llegaran el resto de los miembros de ambos clubs, desayunamos con porras y churros. Sobre las 10:45, dejo de llover y salimos hacia Toledo, paramos para hacer unas fotos en un bonito mirador desde donde se apreciaba la llamada ciudad de las tres culturas ya que estuvo poblada por árabes, judíos y cristianos o también la conocida Corte Imperial por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I de España en la época de los reinos hispánicos. Después de esta paradita llegamos al centro donde nos tomamos unas cervecitas y algunos aprovecharon para comprar los conocidos mazapanes para disfrutarlos en las cercanas fiestas navideñas. Sobre la una, regresamos a Cedillo por una ruta diferente que comenzó cruzando las bonitas callejuelas de esta capital de provincia, una vez en Cedillo nos tomamos un enorme aperitivo (tostas de salmón, jamón, queso, tortas de camarones, rebozados de queso....) en el bar sede de los moteros de Cedillo y aunque estábamos llenos nos fuimos al restaurante a continuar llenando el estomago con otra gran cantidad de entrantes, una riquísima paella mixta y unas ensaladas con lechugas recién cogidas que nuestro amigo Ismael había facilitado al restaurante. Como habéis podido ver, allí nos regalaron una placa de recuerdo del hermanamiento y lo que no habéis podido ver, los que no estuvisteis, es como se portaron y como nos trataron, terminamos con un muy buen sabor de boca después de haber disfrutado en un día que comenzó frío, húmedo y que terminó con el calor que nace de una bonita y buena amistad con nuestros nuevos hermanos.
Volveremos a repetir este tipo de ruta y almuerzo con nuestros amigos de Cedillo, para que los que no han podido acudir, que puedan disfrutar de la compañía de estos nuevos amigos.
Las predicciones meteorológicas no eran todo lo buenas que cabía esperar para llevar a buen puerto este hermanamiento, pero las ganas y la ilusión por hacerlo realidad pudieron con la lluvia, el viento y con cualquier otra cosa que se hubiera puesto por medio.
Los hermanos de Cedillo eran los encargados de organizar el evento, tanto ruta, visitas, comida y copas. ¡Qué marrón les habíamos endosado!
Unas cuantas horas de teléfono fueron suficientes para que a los Motocabras nos quedara claro donde y cuando nos debíamos presentar en Cedillo del Condado, lo que no sabíamos era lo que nos esperaba.
Quedamos a las 9 en una gasolinera, en el cruce de la Avda. de Córdoba y M40, éramos dos motos y dos coches, después de llenar los depósitos salimos con dirección a Cedillo en compañía de la lluvia que fue a más, según nos acercábamos a nuestro destino.
Llegamos a Cedillo sobre las 9:45, donde nos esperaban cobijados bajo una carpa por culpa del aguacero, mientras esperamos a que llegaran el resto de los miembros de ambos clubs, desayunamos con porras y churros. Sobre las 10:45, dejo de llover y salimos hacia Toledo, paramos para hacer unas fotos en un bonito mirador desde donde se apreciaba la llamada ciudad de las tres culturas ya que estuvo poblada por árabes, judíos y cristianos o también la conocida Corte Imperial por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I de España en la época de los reinos hispánicos. Después de esta paradita llegamos al centro donde nos tomamos unas cervecitas y algunos aprovecharon para comprar los conocidos mazapanes para disfrutarlos en las cercanas fiestas navideñas. Sobre la una, regresamos a Cedillo por una ruta diferente que comenzó cruzando las bonitas callejuelas de esta capital de provincia, una vez en Cedillo nos tomamos un enorme aperitivo (tostas de salmón, jamón, queso, tortas de camarones, rebozados de queso....) en el bar sede de los moteros de Cedillo y aunque estábamos llenos nos fuimos al restaurante a continuar llenando el estomago con otra gran cantidad de entrantes, una riquísima paella mixta y unas ensaladas con lechugas recién cogidas que nuestro amigo Ismael había facilitado al restaurante. Como habéis podido ver, allí nos regalaron una placa de recuerdo del hermanamiento y lo que no habéis podido ver, los que no estuvisteis, es como se portaron y como nos trataron, terminamos con un muy buen sabor de boca después de haber disfrutado en un día que comenzó frío, húmedo y que terminó con el calor que nace de una bonita y buena amistad con nuestros nuevos hermanos.
Volveremos a repetir este tipo de ruta y almuerzo con nuestros amigos de Cedillo, para que los que no han podido acudir, que puedan disfrutar de la compañía de estos nuevos amigos.