Cerca de 400 moteros acudieron a la II Ruta del Cerezo en Flor en El Arenal, desde donde hicieron un recorrido turístico por la zona acompañados por el buen tiempo.
En El Arenal se convirtió en misión imposible pasear este fin de semana sin encontrar un grupo de motos aparcadas. Con cerca de 400 inscritos, el club Motocabras celebraba con un enorme éxito de participación su II Ruta del Cerezo en Flor. Un encuentro más corto que el que celebran en octubre u otros moto clubes organizan como Amigos de la Carretera, pero que ha tenido una buena acogida por ser una fecha en la que se acaba de asomar el buen tiempo y hay ganas de ruta en carretera. Asimismo el Bajo Tiétar se está acostumbrando cada vez más a la visita de grupos de moteros que encuentran en las carreteras de la zona rutas interesantes tanto por su sinuoso trazado como por la belleza del entorno que recorre.
Estas reuniones, reconocen desde la organización, sirven para dar a conocer el sitio, «luego ya muchos de los que vienen por primera vez repiten o bien en un encuentro o por su cuenta». Una visita que además «compensa» porque «los moteros son cuidadosos con el medio ambiente y buenos visitantes». En esta ocasión su presencia también ha servido para que los establecimientos hoteleros y casas rurales de la zona hayan colgado el cartel de completo gracias a este encuentro, en especial en El Arenal, donde otros establecimientos también se han visto beneficiados.
El acto central fue una salida que comenzó algo después de las 11,30 pasando por El Hornillo, Arenas de San Pedro, La Parra, Santa Cruz del Valle, San Esteban y Mombeltrán para, desde allí regresar a El Arenal donde pudieron dar un paseo por el municipio y disfrutar de las canciones de ronda que el grupo folklórico local preparó con motivo de su presencia. Más tarde celebraron una comida de hermandad en las piscinas de El Arenal, en la que degustaron un guiso de carne con patatas y níscalos de la zona y de panceta y churrasco a la plancha, todo ello acompañado de un buen vino. Después hubo tiempo libre para que cada cual disfrutase de la zona. Muchos aprovecharon para conocer otras carreteras de la zona tanto el sábado por la tarde como el domingo por la mañana, en un encuentro en el que acudieron desde Madrid, Cuenca, Guadalajara, Toledo, Cáceres, Ávila, Valladolid y Segovia entre otros, y personas como el organizador de Pingüinos, o el subdelegado de gobierno de Valladolid, miembro éste último del Club Motocabras.
