Un buen día, aburridos y hartos de tanto hablar de fútbol, de tías, de las partiditas de subastao, etc., nos dijimos… “nada, que esto se ha acabado, que nos tenemos que inventar otra cosa más divertida”. Y entonces nos preguntamos “¿y por qué no cogemos las motos y todos juntos hacemos viajes, concentraciones, nos pegamos homenajes en un buen restaurante y conocemos mundo?”.
¡Y así se inició el mundo motero de El Arenal! En cinco minutos habíamos creado un club motero en toda regla pero quedaba saber lo más importante: ¿cómo nos llamaríamos? Tras varias propuestas y no pocas deliberaciones exclamamos todos al unísono: ¡¡¡LOS MOTOCABRAS!!!
Y así, uniendo un emblema de Gredos a nuestro amado vehículo a motor, surgió un grupo extraordinario con unos fines muy claros: conocer otros paisajes, gentes y lugares haciendo un turismo diferente y, sobre todo, divertirnos llevando el nombre de El Arenal y de la Sierra de Gredos allá por donde quiera que nos movamos.
¡Y así se inició el mundo motero de El Arenal! En cinco minutos habíamos creado un club motero en toda regla pero quedaba saber lo más importante: ¿cómo nos llamaríamos? Tras varias propuestas y no pocas deliberaciones exclamamos todos al unísono: ¡¡¡LOS MOTOCABRAS!!!
Y así, uniendo un emblema de Gredos a nuestro amado vehículo a motor, surgió un grupo extraordinario con unos fines muy claros: conocer otros paisajes, gentes y lugares haciendo un turismo diferente y, sobre todo, divertirnos llevando el nombre de El Arenal y de la Sierra de Gredos allá por donde quiera que nos movamos.